Diagnóstico regional: En el contexto del Día Internacional de la Mujer, el Observatorio Laboral de Sence dio a conocer nuevo boletín sobre brechas de género y ocupaciones.
Si bien en la última década la participación laboral de las mujeres tuvo un aumento en la Región de Los Ríos, desde 2020 se evidencia una abrupta salida de la fuerza laboral, debido a los efectos de la crisis sanitaria por covid-19.
De un 41,3% en 2010, la tasa de participación femenina alcanzó en 2019 un 50,5%, cayendo en aproximadamente, ocho puntos en 2021, donde se situó en 42,1%.
Así lo dio a conocer el Observatorio Laboral Los Ríos del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), en el contexto del Día Internacional de la Mujer, a través del boletín “8M, brechas de género y ocupaciones”. El documento además revela que en 2021, la brecha de participación se cifró en 24 puntos, en desmedro de las mujeres.
ANÁLISIS
El informe da cuenta de otros aspectos donde se evidencia diferencias entre mujeres y hombres. Según los datos proporcionados, en la región las mujeres predominan en el grupo ocupacional “técnicos y técnicas” con un 63%, mientras que, en el grupo “personal de comercio, ventas y servicios”, tienen un 59% de participación.
De acuerdo con el boletín, el grupo de profesionales es donde existe mayor paridad entre mujeres y hombres, con aproximadamente, 15 mil mujeres trabajando y 13 mil hombres. En el detalle, en “profesionales” el 54% corresponde a mujeres y el 46% a hombres; en tanto, en “personal de oficina y administrativo”, el 51% son mujeres y 49% hombres. (…)
POCAS OPCIONES
De acuerdo con el boletín, existe, además, una menor diversidad de oportunidades laborales para las mujeres.
Al respecto, Ester Fecci, directora del Observatorio Laboral, planteó que uno de los elementos más preocupantes que mostró el boletín 8M es el aumento de la división sexual del trabajo y su consiguiente distribución por sexo en algunas ocupaciones que presenta la región de Los Ríos.
“Miramos con preocupación que el teletrabajo y la automatización, que se han incrementado postpandemia, afecta directamente la participación de las mujeres en el mercado laboral, porque aumentan las barreras de entrada y quienes logran traspasar esas barreras, evidencian de manera más cruda la doble jornada laboral que enfrentan las mujeres”.
El informe señala que, de una revisión, a nivel nacional, de las 200 ocupaciones con más trabajadores en el país. 65 son ocupaciones feminizadas, donde más del 60% son mujeres; por ejemplo, en los sectores de servicio doméstico, salud, y educación, que han sido históricamente vinculados a las mujeres. Entre las ocupaciones más feminizadas están educadoras de párvulos, técnicas en educación parvularia, trabajadadoras de casa particular y asistentes domésticas, trabajadoras de los cuidados personales a domicilio y dietistas y nutricionistas. (…)
En relación a ese diagnóstico, Ester Fecci señaló que aun cuando los datos nacionales muestran que ciertos sectores, como el comercio y algunas profesiones, han avanzado en la paridad de género “estas mantienen las brechas de ingreso en desmedro de las mujeres. Por ejemplo, en garzones la brecha es de un 12% y en abogados es de un 39%, lo que podría propender que a mayor cualificación mayor brecha. Creemos que el esfuerzo en materia de políticas públicas podría fortalecer y promover acciones de visibilización sobre los quehaceres involucrados en la doble carga laboral, educar y formar en equidad desde los primeros niveles y encomendar al Estado normar para contar con el primer piso desde donde iniciar la construcción de una sociedad en donde todas y todos seamos iguales. Reducir las barreras y estereotipos de género resulta fundamental para impulsar su participación laboral en igualdad de condiciones”.
OPORTUNIDADES
Frente a este escenario, el director regional de Sence, Rafael Foradori, indicó que el servicio se ha enfocado en abrir nuevas oportunidades de capacitación y apoyo a la contratación de las mujeres.
“Por ejemplo, ofrecemos cursos en línea, para que puedan realizarlos sin necesidad de salir de sus casas, y que les permita generar emprendimientos y optar a teletrabajos”, aclaró. También destacó que se han reforzado los subsidios al empleo, donde junto al Bono Trabajo de la mujer, se sumó el subsidio Protege, el que -informó- entrega $200 mil a cada mujer trabajadora con un hijo menor de dos años.
“Y a este último, se agrega el IFE Laboral, que beneficia con $250 mil a las nuevas trabajadoras con contrato formal, complementando sus rentas considerablemente”, añadió Foradori. En esa línea, destacó que estos incentivos para la capacitación y el empleo están permitiendo que poco a poco las mujeres se vayan reincorporando al mercado laboral, además- dijo- “de ir cerrando brechas entre mujeres y hombres, y fomentando la participación en igualdad de condiciones”.